Los fieles de la comunidad de la Encarnación ubicada en
Zapopan llevan 15 años sumidos en la miseria espiritual. Durante todo este
tiempo han tenido que soportar los enojos, caprichos, mal carácter y gritos de
quien fue puesto como su primer Párroco. Además aseguran varias personas que el
Sacerdote de 68 años ha acosado a varias niñas, jovencitas y señoras. Es un secreto
a voces que la castidad en este Sacerdote no es lo suyo.
Se llama Salvador Arellano Arellano, originario de Florencia
Zacatecas y miembro de una familia con casta sacerdotal, dos de sus hermanos son Sacerdotes. Nació en 1946 y se ordeno a los 35 años en 1981.
Muchos de los feligreses se preguntan por que no han
cambiado al Padre Chava como se le conoce, ya que se han dedicado hasta juntar
firmas para llevarlas al Arzobispado de Guadalajara para pedir su remoción,
pero encontrándose con un rotundo no. Y es que el Sacerdote Salvador Arellano
en los quince años que lleva como Párroco
se ha endeudado hasta con la corona de la Virgen. Las deudas que ha
contraído ya sobrepasan el millón de
pesos y no ha hecho nada por al menos abonarlas.
Aquí quien las lleva de perder es la misma feligresía, y es
que con sus innumerables rifas, sus vendimias dominicales y el constante pedir
y pedir de dinero ha hecho que los fieles se cansen y tengan que asistir a misa
a las comunidades vecinas.
La malversación de fondos que existen en esta comunidad
parroquial es evidente, agregando a este problema el Sacerdote que es desconfiado, amargado y altanero con la
gente. Además lo que muchas mujeres coinciden es de su constante manoseo a la
hora de la confesión, situación delicada.
Algunas personas entrevistadas por este medio afirmaron que las quejas se han hecho al Arzobispado pero que en el mismo se
han hecho sordos, ¿acaso será por la buena amistad que Arellano Arellano lleva
con el actual Vicario General?
De comprobarse todo este tipo de irregularidades el Arzobispo de Guadalajara deberá atender a
esta comunidad y suspender canónicamente a este Sacerdote. Esperemos a ver que
pasa, mientras tanto invitamos a los laicos a denunciar.