A cinco años de la destitución del Obispo Romano*

El 17 de noviembre pasado se cumplieron cinco años de la destitución del ex Obispo Miguel Romano, sin duda una destitución que a algunos causo alegría, a otros extrañeza en la iglesia particular de Guadalajara.

Entre el clero el tema se toca solo en cuestiones muy privadas, incluso hay quienes anhelan el retorno de Romano, de hecho, creen que su regreso sera triunfal y que hasta podría regresar como Arzobispo. Pero la realidad  esta muy lejana. Romano no ha querido poner de su parte para mejorar en su salud, él esta bien. De hecho su estancia en el templo de la Merced es un acto de Misericordia. Puesto que el Arzobispo le ha tolerado ciertas situaciones, de haber sido otro ya lo haya mandado a su casa.

Romano Gomez tiene casi 61 años, incluso  esta en el mero apogeo  de su madurez episcopal, pero desde Roma se sabe que no solo esta inhabilitado sino incapacitado para tomar las riendas de una diócesis. Y aunque  muchos de sus ex colaboradores han afirmado que es un complot contra el ex obispo  ahora el tiempo ha dado la razón. De hecho Romano Gomez no debió no solo haber sido consagrado Obispo, ni ordenado sacerdote. La razón: su salud mental, misma que se supo desde que era seminarista, y esto lo supo desde que era rector del Seminario el ex Arzobispo de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez, es de dominio publico que por su inestabilidad emocional no termino a tiempo la licenciatura en Roma y se le acomodo discretamente apoyando la oficina de causas de canonización de los mártires mexicanos en Roma. 

Sandoval sabía y conocía de la situación personal de Romano, aún así lo  promovió a Obispo, de hecho en Roma se conoce que el mismo Sandoval escondió y acomodo informes  para poder encumbrarlo como Obispo, cargo que Romano no pudo. Esa es la razón que Sandoval con su influencia episcopal tanto en México como en el Vaticano no ha podido, ni podrá, echarle una mano a quien fuera su protegido.

Si bien los informes de Romano son  muy delicados, el que mas peso tuvo fue su salud mental, por esa razón fue destituido como obispo, y estuvo a unos pasos de ser degradado al estado laical.

El grupo de sacerdotes que apoya a Romano  ya mejor se ha mantenido en el silencio, por que saben que el caso no tiene futuro, incluso se le sugirió emprender una demanda civil y canónica contra los responsables  que promovieron la destitución, pero en la realidad la situación es otra y prefirieron mejor guardar silencio.

En mucho tiempo se manejo que  el caso Romano era un mecanismo para mantener a raya al Cardenal Sandoval, pero no es así. Existe un poderoso grupo de ex seminaristas y sacerdotes que mantiene contactos en el Vaticano y gracias a esto se logro enviar un informe detallado de  todo el caso Romano, desde luego con varios intentos  estos informes habían sido bloqueados por el mismo Sandoval, pero lograron tener éxito. Al año de haber enviado la información, Romano era destituido. Dicho informe no solo salpica a Sandoval sino a varios obispos promovidos por él.

De unos años atrás después de su destitución se le pidió a Romano que se tratara en Alberione, el se negó, su desgaste es evidente, incluso los fieles afirman que la manera de dar la misa es muy extraña, movimientos involuntarios, palabras repetitivas y lectura rápida aparte de un semblante  y mirada perdida. Es conocido de todos de los altercados que ha tenido con algunos fieles en el confesionario, al grado de que ha llegado incluso a los golpes. Otro detalle que también se comenta es de que  en algunas ocasiones lo han encontrado en situaciones higiénicas deplorables en el mismo confesionario.

Aunque el Obispo de Campeche en reiteradas ocasiones le ha ofrecido irse, incluso se dice que un amigo sacerdote de Monterrey también le ha ofrecido irse a esa arquidiocesis, Romano no puede abandonar Guadalajara, incluso no puede celebrar la misa, antes solo bajo permiso especial, ahora ni  siquiera hacerlo, la razón, su deteriorada salud mental.

Podría decirse que alguien le arruino la vida a Romano, pero seria también pensar a cuantos sacerdotes y seminaristas Romano se las arruino, cuantos informes  adulterados, cuantas mentiras, cuantas malas decisiones que afectaron a muchos. El tiempo les ha hecho justicia.

*Colaboración