Parece que Ocotlán se ha vuelto la piedra en el zapato para el Cardenal Robles. Resulta que los recientes nombramientos de Sacerdotes para aquella zona de la arquidiócesis, que esta próxima a convertirse en diócesis, no han caído bien entre los feligreses.
Dicen por ahí que el Cardenal no debe dar gusto a la gente inconforme sino que debe tomar sus propias decisiones, pero resulta que la gente sabe la calaña de los Sacerdotes que ha enviado el Cardenal, puesto que son conocidos de los mismos lugareños y saben de antemano que detrás de todos ellos esta el decrepito Obispo emérito Rafael Martínez Sainz.
Para los Sacerdotes protagonistas los del problema son los ex párrocos quienes al verse removidos iniciaron esta revuelta, pero fuentes confiables a S&P afirman que estos lo que menos quieren es problemas y ni siquiera pisan sus ex parroquias, mientras que los nuevos han desecho mucho y hecho poco, eso si, han removido lo que los anteriores han hecho. El caso que la gente ha sacado varios periodicazos para manifestar su inconformidad con las absurdas decisiones que ha tomado el Cardenal, que se sabe entre el Presbiterio que el Cardenal Robles le ha temblado la mano al hacer ciertos cambios, urgentes y necesarios en la tan diezmada Iglesia tapatía heredada de Sandoval, por lo que Robles Ortega ya se ha ganado el apodo, muy cierto de Opaco Robles, por su lenta manera de actuar ante los problemas de Guadalajara.