Que el nombramiento del nuevo rector del Seminario no cayó
muy bien en algunos círculos eclesiásticos de la Arquidiócesis. La
mayoría de los que no están de acuerdo, que de hecho no son muchos, son gente que estaba a favor de que Miguel
Romano siguiera al frente.
Era imposible que Miguel Romano siguiera al frente del
Seminario, y esto lo sabe muy bien el Cardenal Robles, por eso de inmediato al
saber la situación en la que se encontraba decidió cambiarlo y poner en el cargo a un sacerdote
pastor e inteligente capaz de enfrentar la
situación que vivía y vivirá el corazón
de la diócesis.
Y es que un grupo de sacerdotes que forman y o formaban
parte del Consejo Presbiteral enviaron una carta al Cardenal para pedirle que
se retractara de este nombramiento, y ahí pusieron sus puntos por los
cuales Miranda no era conveniente como
rector. Desde luego ante este gran interés de este minúsculo grupo Robles ni se inmuto. Porque sabe que si
desiste en los nombramientos que hace, su poder y autoridad se vería menguada.
Urge que Robles empiece a limpiar la casa, desde luego ya
inicio con el Seminario, falta la
Curia , tendrá que remover a uno que otro curita que
estaba acostumbrado a otra manera de trabajar, desde luego a su ya viejo, débil y enfermo Vicario General, después
tendrá que renombrar a los Vicarios Episcopales, también tendrá que
reestructurar el Semanario, que con
tanto tiempo en ese coto de poder ese grupito de las comunicaciones urge que sea desmantelado.
Ya vimos la línea de Robles en la nominación de Miranda,
aunque como digan algunos que con Miranda se volverá a los tiempos del anterior
rector Dávalos es una falacia. Robles busca Sacerdotes entregados, trabajadores
y santos.
A Robles también le convendría nombrar 2 nuevos Obispos auxiliares, y a dos de los actuales enviarlos o promoverlos a una diócesis lejana. Eso
evitará la pugna interna por intereses.
Habrá que esperar quien será el próximo Vicario General,
Salvador López Rojas, José María Mercado?, ya se removió a algunos del Consejo
Presbiteral, para muchos Robles va lento, pero parece que va de acuerdo al
tiempo, no puede destronar el trabajo de
un episcopado que duro 16 años y que no
tuvo mucha movilidad, ahora pasa de un episcopado autoritario a uno mas
eclesial.
Lo que si urge es que Robles cambie a su secretario
canciller y eso ya lo vio y lo palpo el mismo, porque a Robles no le conviene
un Secretario que le siga dando problemas gratis, dedicado a bloquear a
diestra y siniestra situaciones y asuntos de la Iglesia de acuerdo a sus
intereses.