RADIOGRAFÍA DEL SEMINARIO DE GUADALAJARA

EL NOMBRAMIENTO

Su nombramiento  es de los primeros hechos por el Cardenal Robles. Este causo tranquilidad y esperanza en la Iglesia particular de Guadalajara. En este primer cambio  se puede entender el mensaje  del Cardenal Robles en lo que a los  siguientes cambios se refiere y  que renovaran a la Iglesia de Guadalajara.

Al Cardenal Robles le  interesa tener sacerdotes mas humanos que  mundanos, mas sabios que inteligentes. Sacerdotes verdaderamente pastores que sepan convivir con sus  compañeros de vocación y que sean coherentes con lo que predican. Sobre todo  hombres de oración cercanos a la gente.

Se barajeaban varios nombres, algunos no idóneos para uno de los cargos mas importantes y claves en una diócesis, y no se trata de cualquier diócesis, sino de Guadalajara y por ende de uno de los Seminarios mas importantes y mas grandes del orbe católico.

La noticia se tenia bien guardada, pero el Cardenal Robles y su equipo estaban  trabajando  a contra reloj para elegir al hombre indicado, tenían el tiempo  en su contra, pero también tenían que esperar a que terminara el ciclo escolar para no dar a entender que las cosas en el Seminario no iban bien, en el caso de  anunciarlo antes de terminar el ciclo.  De ser así estarían mandando  malas señales de la falta de organización de una institución que tiene los ojos de Roma y del mundo católico encima.

De hecho se planteo darlo a conocer  durante las ordenaciones pero la prudencia  del Cardenal Robles se impuso ante cualquier cosa. La idea era no dañar la imagen tan deteriorada  que se tenia del Seminario sobretodo entre el Presbiterio.

La terna se filtro  pero no así  el nombre definitivo, aunque algunos Sacerdotes decían que el Padre Guadalupe Miranda era el  mas capaz para llevar en este tiempo al Seminario otros decían que no, que se ocupaba un hombre joven, pero la experiencia y madurez se impuso ante la jovialidad.

EL OBISPO  MIGUEL ROMANO

En este mismo blog  denunciamos lo que estaba sucediendo en esa casa de formación, al grado que atrajo la atención de las instancias Vaticanas vía Nunciatura. El Cardenal Sandoval ya no le interesaba tanto lo que sucedía porque sabia que en cualquier momento dejaría el cargo, por eso todos los problemas que había, por lo que tendía a proteger a su pupilo: Miguel Romano y este  a su clan que estaba haciendo y deshaciendo en el Seminario.

Miguel Romano manejaba dos polos del poder, por un lado el Seminario y por otro la formación del Clero, instancia diocesana que esta al pendiente de todos los Sacerdotes en especial de los recién ordenados, cargo estratégico que le permitía en  influir en los nombramientos de los nuevos Párrocos, por esa sencilla razón que se desplazo a los Sacerdotes con experiencia y a los que tenían poco tiempo de ordenados  de inmediato los nombraba Curas. Esto causo la ira del Presbiterio ya que hubo muchas quejas en los decanatos, en las parroquias de esta nueva generación de Curas inexpertos.

Es muy común que en la ultra ortodoxa Guadalajara se nombrará antiguamente a los Curas después de  7 años de ordenados como mínimo. El caso no quedo ahí, Miguel Romano se hecho al presbiterio encima, incluso el mismo Obispo Trinidad González por algunos errores que se tenían incluso algunos Sacerdotes estuvieron a punto de ser suspendidos debido a problemas con este Obispo a quien Juan Sandoval le dio mas poderes que los que le competen a un Obispo auxiliar. Todo eso propicio que tanto Curas y Seminaristas se organizaran para denunciar lo que estaba pasando en la Arquidiócesis, todo esto ante la inmutable y estoica actitud de Don Juan.

Nosotros  fuimos el primer medio en anunciar lo que estaba sucediendo en Guadalajara, causo tanta confusión y desconcierto sobretodo entre los alumnos del Seminario que pensaron que era un ataque anticatólico, todo esto producto de la desinformación en la que viven  los Seminaristas en lo que a situaciones anticatólicas que los mismos formadores propiciaban como la prepotencia de unos, la doble vida de otros y los casos de abuso sexual de unos cuantos propiciados en la misma casa.

Miguel Romano desoyó  esto, nuestro blog fue tema de conversación tanto en las mesas del comedor del Seminario como en los cuartos, así como en las reuniones del presbiterio, se comentaba si era cierto o si era mentira, el caso que hace poco mas de un mes  una demanda civil por protección a Sacerdotes pedofilos cimbro al Seminario. Esto sucedió en las vísperas de la partida a Roma del Cardenal para recibir el Palio de Arzobispo y de inmediato pidió a Romano no intervenir en nada del Seminario sin consultarle, es por eso  que Romano desapareció de la  actividad publica los últimos días del ciclo escolar. Su destitución se vino a dar de  manera oficial al momento en que se hizo público el nombramiento del Padre José Gpe. Miranda como nuevo Vicerrector con oficio de Rector.

¿A dónde irá Romano? Es la pregunta que todo mundo en la diócesis  se hace, hasta ahora el Cardenal Robles lo mantiene como Obispo auxiliar aun ante el malestar de un numeroso grupo de Sacerdotes que públicamente no lo quieren y han manifestado su inconformidad por las acciones erróneas  aplicadas durante su rectorado. Pero por todos es bien sabido que no tiene habilidades para dirigir, gobernar y encabezar una diócesis por mas pequeña que sea, es mas bien un Obispo de oficina, de meditación, de vida espiritual, incluso para seguir dando conferencias en el canal católico de Maria visión.

EL SEMINARIO

El Cardenal Robles sabe la realidad del Seminario. Y no porque antes de tomar posesión algunos Sacerdotes  y Seminaristas le hayan informado la verdadera situación, la cual no es igual a la que padecen otras instituciones de la Iglesia pero que si es necesario poner atención y realizar una operación de rescate de la institución  donde el se formo.

El Seminario tiene que aclarar algunas cosas. Su formación. Su riqueza. Y los varios alumnos que han sido excluidos de la formación sin aclarar muchas cosas. El Seminario  ha ordenado muchos seminaristas para la diócesis y no es fruto del Rectorado de Miguel Romano como lo dice la pagina de la Arquidiócesis en alusión al Rectorado de Miguel Romano: “Desde el año 2001 hasta el 18 de julio del presente año, fungió como Rector de Seminario Diocesano de Señor San José; período en el que se hizo notorio el incremento de alumnos en todas las instancias del Seminario Menor (Seminaristas en Familia, Secundaria, Preparatoria y Casas Auxiliares) y en las Facultades del Seminario Mayor, así como ha sido evidente la copiosa cantidad de nuevos Presbíteros cada año”. Entonces el fruto que se cosecho a la mitad de su rectorado correspondía al anterior Rectorado, sus frutos ya se están viendo en sus dirigidos cuando era espiritual y se verán en las nuevas generaciones de sacerdotes.

Fueron 11 años de un Rectorado que empezó bien y termino mal, si bien habrá que  ver sus aciertos y sus desaciertos. Con el tiempo el Rectorado de Romano se debilito. El Seminario tenía y no tenia rector, por que el Rector solo estaba esporádicamente en la casa, no vivía ahí, no dormía ahí y los padres Velarde y Candelario Sánchez  fungían como cuasi rectores.

Algunos formadores recibieron mas poder del que les correspondía y ante la decisión de estos el Obispo (siendo Obispo) no podía contradecirlos, tal es el caso de Francisco Velarde, Guillermo Ochoa, Candelario Sánchez, Juan Carlos Lupercio,  Marco Antonio García, Walter Pérez (este ultimo acusado por los mismos alumnos). Sobre todo es muy  raro el poder  de manipulación que algunos de ellos (Francisco Velarde y Marco Antonio García) ejercían sobre el Obispo Rector.

El Seminario cuenta con un cuantioso poder económico en efectivo y en propiedades y hasta ahora se había informado que estaba en números rojos cuando los mismos alumnos se quejan de la  decadente comida además de  la falta de mantenimiento de algunos inmuebles propiedad del mismo. El Seminario recibe anualmente mas dinero (millones) que varias diócesis juntas en nuestro país, gracias a los donativos y a la  enorme red  de bienhechores  que tiene. Es por eso que los Curas de la diócesis se preguntan donde esta ese dinero.

La formación del Seminario es la misma que los documentos  de la formación Sacerdotal piden, ¿pero que pasa con los alumnos del Seminario?. La queja de muchos Sacerdotes (de las parroquias)  sobre los seminaristas las podemos  enumerar en dos: la primera existe un aburguesamiento  y la segunda hay un amaneramiento en los alumnos del seminario, todo esto propiciado  por una falta de exigencia por parte de los formadores a causa de la ausencia de una autoridad visible, viril y sólida en lo que a la figura del Rector se refiere. Esto propicia  que los Sacerdotes recién ordenados no tengan la suficiente capacidad espiritual para soportar las cargas del ministerio sacerdotal, sacerdotes jóvenes que exijan hacer y esforzarse menos, pero si  exigir una buena paga para poder tener ropa y cosas de marca. Es por eso  que los Párrocos se quejan mucho de los Sacerdotes jóvenes, decía un Párroco a IPS&P  que el pedía un Sacerdote Vicario  por tanto trabajo que tenia pero al saber que le enviarían a un recién ordenado dijo, prefiero rifármela solo.

Esa es una de las razones por las cuales el Cardenal Robles ya no permitirá enviar Sacerdotes recién ordenados a Roma,  y que estos vuelvan solo al Seminario, unos meses después de su llegada anuncio que ningún Sacerdote recién ordenado saldría a estudiar a Roma, solo irían quienes tengan por lo menos  4 años de ordenados y con experiencia pastoral en parroquia

Otro de los detalles del Seminario son sus seminarios auxiliares (donde se estudia secundaria, y son mas de  4) quienes a opinión de muchos  es una inversión costosa y que no tiene fruto debido a que de  50 a 80 alumnos que entran solo llegan a la ordenación 2 o 3 y la inversión se esta desviando, es otro tema de conversación, por lo que algunos prefieren fortalecer la prepa y las Facultades de Filosofía y Teología.

LOS SEMINARISTAS

Curiosamente muchos se enteraron tarde del cambio del Rector, para otros el cambio les trajo nostalgia porque vivían en su mundo de rosa donde nunca  pasaba nada. Para otros fue un alivio que se esperaba con ansia.

La formación en el Seminario de Guadalajara propiciaba una burbuja que era impenetrable y que protegía al Seminarista  de la realidad del mundo, una burbuja  que propiciaba un aburguesamiento, por lo que traería una serie de problemas al enfrentarse la realidad  el ya ordenado.

Los seminaristas están a la expectativa, todos, desde los de segundo de secundaria hasta los de quinto de teología se formaron con el sistema caduco y fallido que Miguel Romano  y el grupo de los Cirecianos implantaron en el Seminario, un sistema que maquilla, encubre y propicia una formación de doble cara, incluso de doble moral. Es el momento para que los muchachos se reivindiquen y se preparen a ser verdaderos pastores, como lo pide su Cardenal, como lo quiere la Iglesia.

LOS FORMADORES

Era imposible que el Cardenal Robles cambiara de tajo a todos los formadores. Era lo mas sano, pero mandaría una señal de debilidad de la institución, aun así logro mover a diez de ellos, los mas significativos, los necesarios. A unos los removió por escándalos, a otros por necesidad y a unos cuantos por urgencia. La señal esta clara, el Cardenal no esta de acuerdo con la espiritualidad Cireciana promovida por la fraternidad de San Juan  de Ávila arraigada desde los  80s en el Seminario y de la cual el nuevo Rector conoce y sabe lo riesgoso  de volverlos a aceptar. Muchos formadores se quedaron atónitos al saber que llegaría Miranda, unos más se apresuraron a pedir el cambio porque sabían que no congeniaban con la dinámica del nuevo rector, a algunos que tuvieron problemas ni siquiera los mandaron de Párrocos, sino de Vicarios.

Otros se quedan y en este año estarán a prueba, sino ya conocen las medidas de Robles, si no funcionan, fuera. Así lo aplico en Monterrey.

Robles quiere formadores entregados y hombres de testimonio, quiere Pastores que formen a Pastores, humildes, sencillos, sabios y sobre todo santos.