Según los conocimientos, competencia y posición de que gozan, los fieles tienen el derecho e incluso a veces el deber de manifestar a los Pastores su opinión sobre cuestiones que pertenecen al bien de la Iglesia, y también tienen derecho a hacer conocer su opinión a los demás fieles cristianos , con el debido respeto a la integridad de la fe y la moral y a la reverencia hacia sus pastores, y con la consideración por el bien común y la dignidad de las personas. [CIC, Codex Iuris Canonicus (1983), Can. 212, § 3.]

viernes, 15 de febrero de 2013

¿LA IGLESIA AJENA A PARTIDOS POLITICOS?

El equipo fundador con  Fernando Guzman (quinto de la primera fila de derecha a izquierda)



Desde hace unas semanas el Arzobispo de Guadalajara se ha venido deslindando de la formación de entidades (porque ni a partidos llegan) políticas en su jurisdicción.

Como explicarle al Cardenal de Guadalajara que un pequeño grupo de laicos impulsados por el Panismo y el Yunque de Jalisco están usando la buena voluntad del Cardenal para colgarse de las estructuras de la Iglesia diocesana.

Se trata de las ambiciones políticas de una persona, que gran parte de su vida  ha vivido de la Iglesia católica. Se trata de Daniel Gallegos Mayorga, un laico que se ha dedicado a trabajar en la Renovación Carismática y en la Catequesis Diocesana. Gallegos Mayorga ha trabajado también   en el activismo provida dirigiendo  la asociación Mexicanos por la vida de todos, agrupación pro yunquista apoyada por varios panistas como Fernando Guzman Perez Pelaez quien participo en la contienda pasada como candidato a Gobernador de Jalisco y perdió. No extrañe ver a este político yunquista  y oportunista mas adelante como candidato de esta agrupación a quien  apoya según eso “desinteresadamente”

Asesorado  y apoyado según el por el Cardenal emerito Juan Sandoval Iñiguez y por el Obispo auxiliar José Trinidad  González ha venido trabajando  en esta agrupación política.
Daniel Gallegos 

Según Gallegos Mayorga dice que: "Inspirados en el respeto absoluto de la persona humana, concebimos la política como un ejercicio noble en aras de consolidar el Bien Común. Nuestro compromiso es inaugurar tiempos nuevos, y formas nuevas en la manera de hacer política. Como ciudadanos, estamos hartos del viejo doble discurso de políticos, cuyas palabras estridentes y huecas, no corresponden con sus actos.

Según esta agrupación  que se hace llamar “Por la Vida, la Esperanza y la Renovación de México” se ha propuesto ser el partido que represente las causas ciudadanas a favor de las personas, en especial “de los más necesitados”. Desea también ser un instituto político nacional que a través de la honestidad, la transparencia y la eficacia, logre la renovación de las estructuras de gobierno en México.

Uno de sus objetivos es que hacia el final de este 2013, tengan hasta 60 mil militantes, que les permita el registro como partido y contender en las elecciones locales del 2015.

Pero hay muchas cosas raras de este grupito político, del cual el Cardenal Robles se deslindo públicamente  a  principios de febrero y que dijo que “este partido no tiene ninguna relación con la Iglesia Católica” y es que bueno mas bien no tiene ninguna relación con la Jerarquía católica porque los que lo forman son parte de la Iglesia católica y de hecho son  militantes activos en las estructuras que coordinan la Pastoral Diocesana de algunos grupos, por favor que alguien le explique al Cardenal las verdaderas intensiones de estas personas.

El problema no radica  en que personas abiertamente católicas  y practicantes formen parte de partidos políticos o que funden alguna institución política, como tal es el caso de varios militantes del PAN, del PRI e incluso uno que otro del PRD. El problema radica que estos católicos utilicen las estructuras que la Iglesia tiene para difundir su mensaje, un mensaje maquillado por el bien común, la defensa de la vida y la familia para satisfacer los intereses políticos de unos cuantos. Y al parecer  es lo que pretende Daniel Gallegos  Mayorga con esta agrupación.

La jerarquía católica tendrá que tener mucho cuidado con este tipo de grupos para no vulnerar el papel de la Iglesia católica en la sociedad que si bien  esta insertada en la realidad social también tiene otros medios más eficaces para concientizar como la evangelización, la predicación y el mismo testimonio, sin caer en partidismos y en demagogias políticas.

Cuidado Señor Cardenal, que no le cuenten ni le echen mentiras.