En la arquidiocesis de Guadalajara no todos los Sacerdotes llevan su ministerio de acuerdo a lo que la Iglesia pide. Pareciera que el mejor adjetivo que les quedaría es el de "Mercaderes". Y eso que no tocare el tema de los Sacerdotes que lucran con los sacramentos y sacramentales.
Existe un numeroso grupo de Sacerdotes en Guadalajara que descuidando sus labores pastorales tienen su s negocios, unos atendidos por ellos mismos y otros por su misma familia, quien como chinches se han beneficiado de su ministerio sacerdotal, y no espiritualmente sino económicamente hablando.
Se trata de Sacerdotes, incluso Obispos, que con dineros de la Iglesia financian sus negocios, y naturalmente no es para apoyar proyectos de pastoral, sino para engrosar las cuentas personales y o familiares. Cabe señalar que existen Sacerdotes y Obispos que provienen de familias acomodadas y que estos ni siquiera tienen negocios, al contrario ellos en muchas de las ocasiones tienen que poner de su dinero y de donativos de las empresas familiares para apoyar a la Iglesia.
Negocios que van desde venta de ganado, gasolineras, estudios fotográficos, editoriales, tiendas, venta de ropas, guarderías, salones de fiesta entre otros.
Lo peor del caso es que la extracción de estos sacerdotes siempre fue humilde, incluso su misma familia, y hoy después de su ordenación se sienten mas empresariuchos que Sacerdotes.
Aunque el Obispo lo sabe ha dejado que estos Mercaderes lucren con la imagen Sacerdotal y utilicen medios de la Iglesia como instalaciones y dinero para hacerse de mas recursos.
Algo tiene que hacerse para que estos Judas del Presbiterio dejen de hacer semejante aberración.