El pasado 7 de
diciembre el Cardenal Robles cumplió un año de haber sido nombrado Arzobispo de
Guadalajara, quien dos meses después
tomo posesión de dicha Iglesia Particular. A un año en que en teoría tomo
posesión pero que en práctica la recibió el día 7 de febrero del 2012 muchas cosas se pueden
vislumbrar de la manera de gobernar de este Obispo.
Sabemos que en nada se compara a Monterrey con
Guadalajara, con mas de 200 años de
historia, un enorme semillero vocacional, con el doble de Sacerdotes Guadalajara
es mas grande que Monterrey. Desde luego los problemas son parecidos, pero
Monterrey es más fácil de controlar.
Robles llego a Monterrey en 2003 y lo dejo estructurado en
2011. En los primeros meses de su
Episcopado hizo los cambios necesarios, corto cabezas, destrozo liderazgos
negativos, neutralizo cotos de poder y se posiciono como un Arzobispo de
autoridad y respeto. Al grado de que
cuatro años después se le confirió el titulo de Cardenal.
Una reestructuración de la pastoral territorial, un Sínodo
Diocesano, una renovación del Seminario
y una formación integral de su Presbiterio entre otras cosas hizo Robles para renovar a Monterrey. Hoy a
un año de su partida aun le siguen extrañando.
Su relación con sus hermanos Obispos le ha ayudado a siempre
tener buenos contactos y buenas posiciones al interior del Episcopado, eso se
vio reflejado en su reciente nombramiento como líder de los Obispos de México.
Es quizá Robles menos ambicioso que Aguiar, mas prudente que Sandoval, mas
sincero que Rivera y mas espiritual que muchos de los Obispos de México, es por
eso que esta donde esta.
Doce años estuvo en Toluca, primero como Obispo auxiliar y
luego como Titular. Ese periodo le sirvió para relacionarse con el grupo
Atlacomulco, quien ha dado a México varios políticos, entre ellos el actual
Presidente Peña.
Siempre se ha manejado como un Obispo de un perfil discreto
mas no de perfil bajo. Sabe decir lo que tiene que decir y sabe actuar cuando
es necesario.
Robles sabe que en Guadalajara tiene demasiado y un delicado
trabajo que tiene que trabajar despacio, con cautela y prudencia.
Los nombramientos que en este año ha tenido son claves para
poder ver la línea de gobierno que esta implementando en Guadalajara. El primer
nombramiento que Robles hizo fue el del Rector de la UNIVA , tarea que encomendó a
Francisco Ramírez Yánez, mejor conocido como “el Pollo” en el ambiente
Sacerdotal, quien conoce muy bien la
realidad de la diócesis y es amigo personal del Cardenal. El segundo
nombramiento y quizás el mas esperado desde que fue nombrado Arzobispo de
Guadalajara es el del Rector del Seminario a quien confío al Sacerdote José
Guadalupe Miranda y el tercer nombramiento que sucedió hace unos días fue el de el Secretario Canciller, tan
urgente y tan necesario en lo que a su primer circulo de trabajo se refiere y
en este caso nombro a Javier Magdaleno Cueva, hombre de sus confianzas.
Con mano firme y sin aspavientos Robles ha ido poco a
poco consolidando a su equipo. En el
presbiterio han sido recibidos con buenos ojos
estos nombramientos, sobre todo
de los que ya estaban cansados de tanto autoritarismo y tanta hipocresía
que se venia dando en la Curia.
Retomando el perfil
de los 3 primeros nombramientos del
equipo de Robles dan a entender que Robles quiere un equipo preparado, sólido y
fiel, ya que estos 3 últimos han servido
en responsabilidades en Roma: Ramírez Yánez en el Colegio Mexicano, Miranda en la Congregación de los
Obispos y Magdaleno en el Pontificio
Consejo de Cultura. Estas responsabilidades pasadas les han servido para ponerlas en práctica en
su servicio diocesano el cual Robles ha querido aprovechar al cien.
El perfil de Sacerdotes que Robles busca para sus puestos clave y
desde ahí tener el control de una macro arquidiócesis como lo es Guadalajara es
básico, los que mas encajan son los Sacerdotes dedicados a su ministerio,
Sacerdotes pastores, preparados sin rayar en el fanatismo intelectual, hombres
sencillos, hombres de acción y oración, ese perfil se ha visto en los últimos
nombramientos.
El Cardenal pudo haber cambiado en los primeros seis meses a mas de uno de los Obispos auxiliares quienes son identificados
por el presbiterio como: el inútil Miguel Romano, el comunicativo Trinidad
González, el intelectual Francisco González, el ambicioso
Leopoldo González y el amorfo Juan Gutiérrez, pero no fue así. Muchos
pensaban que eso haría pero Robles aposto por los Sacerdotes para ver como actuaban los Obispos auxiliares ahora
que no estaba Juan Sandoval. Logro poner en cintura a mas de uno de los
auxiliares y a decirles de manera diplomática que el es quien manda, pero
sobretodo a saber que solo son auxiliares y que el titular es él.
Robles sabe que falta remover varios de los cargos claves de
su equipo como lo es el Vicario General, el Vicario de Pastoral y a su
portavoz.
Hay varias áreas diocesanas que urgen su intervención: la
pastoral de las comunicaciones, la pastoral juvenil y la Renovación carismática
que mantienen fuertes problemas de forma y de fondo.
Es probable que lance un Plan diocesano de pastoral aunque
no sea descabellada la idea del Sínodo, desde luego nombrara dos
auxiliares para completar su equipo.
En cuanto al Presbiterio esta tranquilo, siente a un Obispo
cercano, pastor y Padre que esta siempre con el, contrario al autoritario,
elitista y lejano Sandoval.
Sobre el Seminario ahí va caminando, el nuevo Vicerrector se
ha enfrentado a varios problemas del grupo de Sacerdotes de los “cirecianos”
pero ha hecho sentir también la autoridad de Robles en su nombramiento. La
sorpresa del Cardenal Robles se dio cuando recibió a varios Seminaristas y ex
Seminaristas entre agosto y hasta antes de irse al Sínodo, todos ellos con los
problemas propios que había dejado el rectorado de Romano, y que sabiamente
tendrá que dar alguna respuesta.
Veremos en los próximos meses las sorpresas que el flamante
y prudente Arzobispo de Guadalajara le tendrá a su porción de pueblo de Dios.