Hace tres años los que dirigían el Seminario no se percataban que sus días estaban contados al frente de la institución de mas importancia en una iglesia particular. Todo lo que sucedió en la época del débil y enclenque rectorado de Miguel Romano y sus secuaces, y que desde luego dimos seguimiento en Santa & Pecadora ahora ha llegado a su fin en su totalidad, con el desmantelamiento del grupo.
Muchos pensaban que a la llegada del Cardenal Robles el cambio seria evidente y de inmediato, creyeron que con cambiar la cabeza iba a ser facil la transformación del Seminario. Pero para sorpresa del nuevo y flamante responsable el Padre Guadalupe Miranda fue algo difícil, un año de paciencia. No fue hasta fin del ciclo escolar en que el coto de poder que albergaba al Seminario fue demolido y desplazado.
La estrategia de Robles fue paciencia, observar y actuar, en ese primer año de Miranda Martínez en realidad fue una especie de suplicio, claro sin exagerar, pero si topo con intereses, de entre ellos del grupúsculo de los cirecianos y de algunos formadores con mucho tiempo en el seminario como los padres Fernando Barajas y Francisco García Velarde, con ideas muy diferentes al del nuevo encargado del Seminario.
Al inicio del primer año hubo pocos cambios, casi todo quedo igual. Pero este año hubo por lo menos 14 cambios que vienen a revitalizar esta nueva etapa del Seminario, la idea es recobrar el brillo perdido en una decada que muchos no quieren hablar.
Los que entran
Muchos en el Presbiterio cuestionan los nombramientos de los nuevos formadores, la mitad, ya había sido formadores del Seminario, unos a la llegada de Miguel Romano fueron despachados, otros desde tiempos del rectorado de Alfredo Dávalos. Ellos son David Plascencia Sandoval un viejo lobo de mar conocedor de la dinamica del seminario y de la pastoral en la diócesis, Le siguen otros ex formadores Heriberto Alcalá Cuevas, Juan Carlos Barboza Villaseñor, muy ligado al Obispo Francisco González, José Luis Gutiérrez Flores, José Sánchez Montes, quien tiene un doctorado.
Tambien entran Miguel González Orozco, Ignacio Sandoval Arellano, Victor Antonio David Iñiguez, José Refugio Patiño Aviña, Juan Carlos López Ramírez, Pablo Federico Álvarez Jiménez, Hector Michel Gómez y Juventino Pinedo Salazar.
De los que fueron reemplazados es por demas hablar, salieron los que ya habíamos dicho los cirecianos, excepto Mariano Moreno Fonseca, de ahi en más los que ya se saben.
Una combinación rara de viejos lobos de mar con neofitos en la formación sacerdotal. Veremos como en unos 2 o 3 años si esta decisión sera para bien de esta institución que este 9 de septiembre cumple 317 años.